viernes, 16 de marzo de 2012

Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP).




¿Qué es la EIP?
La EIP es una infección de los órganos reproductores (las trompas de Falopio, el útero y los ovarios). Normalmente es causada por una ETS.

¿Quién puede contraer la EIP?
Cualquier mujer puede contraer la EIP, pero las mujeres que tienen relaciones sexuales con muchas personas y siguen prácticas sexuales no seguras son las que corren el mayor riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual, que a su vez puede causar la EIP.

¿Cómo se contrae la EIP?
La EIP normalmente empieza con una infección del cuello uterino (la apertura al útero), como gonorrea o Chlamydia. Si la infección del cuello uterino no se trata con antibióticos, puede extenderse al endometrio (el recubrimiento del útero) y luego a las trompas de Falopio, el útero, los ovarios y el abdomen. La EIP es una infección de estos órganos reproductores.

Raramente, la EIP puede ocurrir después de tener ciertos procedimientos quirúrgicos, como un aborto, o después del tratamiento por un Papanicolaou anormal.

¿Cuáles son los síntomas de la EIP?
Una mujer con EIP puede no tener síntomas. Sin embargo, los síntomas de la EIP pueden incluir:
  • Dolor en la parte baja del abdomen y/o la espalda
  • Períodos menstruales más prolongados y/o más profusos
  • Retorcijones o manchado a lo largo del mes
  • Secreciones vaginales anormales (cambio de olor, color o cantidad)
  • Cansancio, debilidad
  • Fiebre
  • Vómitos, náusea
  • Dolor durante las relaciones sexuales
  • Dolor o ardor al orinar
  • Dolor o sensibilidad al tacto en el vientre cuando el proveedor de cuidados de salud te mueve el cuello uterino o examina los ovarios
Debes ver a tu proveedor de cuidados de salud de inmediato ni bien notes los síntomas. La infección puede extenderse hacia arriba y causar un peor dolor y daño a tu cuerpo en tan sólo un día o dos.

¿Cómo se diagnostica la EIP?
Tu proveedor de cuidados de salud puede determinar si tienes EIP en base a tus síntomas, un examen pélvico y análisis de sangre. A veces es necesaria una laparoscopia (una cirugía menor para examinarte los órganos reproductores) para diagnosticar correctamente la EIP si tú no estás mejorando.

¿Cómo se trata la EIP?
Dependiendo de cuán enferma estés, se te puede tratar en un hospital o como paciente ambulatoria (yendo solamente a citas). La mayoría de las adolescentes son tratadas en un hospital. Recibirás antibióticos por vía intravenosa (IV) y oral hasta que los síntomas mejoren. Después del alta del hospital, hay que tomar antibióticos orales por otras 2 semanas.
Si te tratan como paciente ambulatoria, tendrás que seguir las instrucciones de tu proveedor de cuidados de salud al tomar los antibióticos orales. Tienes que tomar todas las píldoras, de lo contrario puedes enfermarte y tener que volver al hospital. Unos días después de que hayas empezado a tomar la medicina, tendrás que ver nuevamente a tu proveedor de cuidados de salud. Si no mejoras, tendrás que quedarte en el hospital para recibir medicina más potente.

Si se determina que tienes una EIP, tienes que asegurarte que tu compañero se haga pruebas para ver si tiene una ETS y se trate si fuera necesario. A menos que tu compañero se trate al mismo tiempo que tú, puedes infectarte nuevamente.

¿Es peligrosa la EIP?
La EIP puede ser peligrosa si no se la trata temprano. Puede formarse tejido de cicatrización en las trompas de Falopio y dentro del abdomen. Estas cicatrices pueden bloquear las trompas de Falopio, lo cual puede causar dificultad para quedar embarazada o infertilidad (esto significa que no puedes tener hijos). Si los tubos quedan parcialmente bloqueados, los huevos fertilizados pueden no alcanzar el útero y el embarazo puede formarse en las trompas de Falopio (algo conocido como un embarazo ectópico). La cicatrización puede causar dolor que dura meses o incluso años. Si los efectos de la EIP son muy severos, puede ser necesaria una cirugía para extraer el pus, el tejido de cicatrización o los órganos dañados. Hay mas probabilidades de que la EIP vuelva si vuelves a contraer una enfermedad de transmisión sexual. Asimismo, cuantas más veces tengas una EIP, mayores son las probabilidades de tener problemas y más daño a tu cuerpo.

¿Cómo puede prevenirse la EIP?
Para prevenir la EIP, tienes que evitar contraer una ETS. Las mejores maneras de evitarlo son:
  • No tengas relaciones sexuales (por vía vaginal, anal u oral)
  • Si tienes relaciones sexuales, usa siempre un condón de látex (o de poliuretano si eres alérgica al látex) puesto correctamente
  • Limita el número de compañeros de relaciones sexuales que tienes
  • No te apliques duchas vaginales. Las duchas pueden propagar la bacteria hacia arriba en la vagina
  • No fumes cigarrillos
  • Termina de tomar todos tus antibióticos si estás tratándote por una infección cervical o EIP
Asegúrate de que todos tus compañeros reciban tratamiento para las ETS Si tienes cualquier síntoma de una ETS o EIP, ve a tu proveedor de cuidados de salud de inmediato. Deja de tener contacto sexual hasta hayas terminado el tratamiento y tu proveedor de cuidados de salud diga que lo puedes hacer.

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