lunes, 19 de marzo de 2012

miomas uterinos.


El mioma, también llamado de leiomioma, es un tumor benigno originado en el tejido muscular del útero. En este texto vamos a abordar las causas, los síntomas y el tratamiento de los miomas uterinos.


¿Qué es un mioma?

El mioma es un tumor benigno del útero, es decir, una lesión que no es cáncer y no presenta riesgo de transformarse en cáncer.

El útero es un órgano mayoritariamente compuesto por músculos. El mioma es un crecimiento anormal de una área de esta musculatura, que forma generalmente una tumoración de aspecto redondo. El mioma es compuesto exactamente por el mismo tejido del útero, siendo apenas una lesión más densa.

Existen cuatro tipos de mioma, clasificados de acuerdo con su localización en el útero. Siga las explicaciones con la ilustración que se muestra abajo:

Mioma uterino
Miomas uterinos
  • Mioma submucoso: son tumores que crecen justo debajo del miometrio, la capa que recubre la pared interior del útero. El mioma submucoso se extiende hacia dentro de la cavidad uterina, pudiendo, cuando es grande, ocupar una buena parte de dicha cavidad.
  • Mioma subseroso: son tumores que crecen justo debajo de la serosa, la capa que recubre la parte externa en el útero. Los miomas subserosos dan al útero una apariencia nodular. 
  • Mioma pediculado: son tumores subserosos que crecen y acaban destacándose del útero, quedando sujetos por un fino cordón, llamado de pedículo. El mioma pediculado puede crecer hacia adentro de la cavidad uterina o hacia fuera del útero.
  • Mioma intramural: son tumores que crecen dentro de la pared muscular del útero. Cuando son grandes, pueden distorsionar la pared externa como los miomas subserosos y/o la pared interna como los miomas submucosos.


Causas y factores de riesgo del mioma

El mioma es una enfermedad que ocurren en mujeres en edad reproductiva y guarda relación con las hormonas estrógeno y progesterona. Los miomas no surgen antes de la pubertad y no son comunes en adolescentes.

No se sabe bien cuál es la causa de los miomas, probablemente sean el resultado de alteraciones genéticas, hormonales, vasculares e influencias del medio externo.

Si bien las causas aún no han sido aclaradas, algunos factores de riesgo respecto a los miomas ya son bien conocidos:


  1. Antecedentes familiares: mujeres cuyas madres o hermanas tengan miomas, presentan mayor riesgo de tenerlos. 
  2. Raza negra: el mioma ocurre en todas las etnias, pero las mujeres afrodescendientes presentan mayor incidencia. Además, en este grupo, los miomas suelen surgir más temprano, alrededor de los 20 años de edad.
  3. Embarazo: las mujeres que nunca estuvieron embarazadas o que tuvieron su primer embarazo tarde presentan mayor riesgo de desarrollar miomas.
  4. Edad de la menarquia (primera menstruación): cuanto más temprana sea la edad de la primera menstruación, mayor será el riesgo de surgimiento de miomas.
  5. Anticonceptivos: la píldora suele disminuir el riesgo de mioma y es, inclusive, una de las opciones de tratamiento: sin embargo, cuando las jóvenes comienzan a tomarlos precozmente, antes de los 16 años, parece haber un aumento del riesgo.
  6. Bebidas alcohólicas: el consumo de bebidas, particularmente la cerveza, aumenta el riesgo de miomas.
  7. Hipertensión: las mujeres hipertensas presentan mayor riesgo de tener miomas.

Síntomas del mioma

El mioma puede ser un tumor único o varios tumores; puede ser minúsculo o tener varios centímetros de diámetro; puede causar síntomas o ser completamente asintomático, pasando desapercibido por mucho tiempo.

La mayoría de los miomas son pequeños y asintomáticos. Cuando el mioma causa síntomas, estos normalmente se encuadran en una de las tres categorías:

- Sangramiento vaginal.
- Dolor pélvico.
- Problemas reproductivos.

El sangramiento vaginal es el síntoma más común del mioma o los miomas, presentándose por lo común como una menstruación de mayor volumen y/o que dura varios días. Sangramientos vaginales que ocurren fuera de los periodos menstruales no suelen ser causados por miomas. Los miomas submucosos son aquellos que más frecuentemente se presentan con sangramientos.

El dolor o una sensación de peso en la pelvis es un síntoma común de los miomas subserosos. Dependiendo de la localización, pueden haber otros síntomas, como dificultad para orinar en el caso de miomas que comprimen la vejiga, presión de vientre en los miomas próximos al recto y dolor durante la relación sexual en los miomas localizados en las regiones más anteriores del útero.

El mioma no interfiere en la ovulación, pero dependiendo de su tamaño y localización, puede interrumpir un eventual embarazo. Los miomas grandes, múltiples y que causan deformidad de la cavidad uterina, por lo común los intramurales y submucosos, pueden aumentar el riesgo de complicaciones en la gestación, como abortos, sangramientos, rotura del útero y problemas en el parto. El riesgo de complicaciones aumenta cuando la placenta se encuentra implantada bajo un mioma. Los miomas subserosos no suelen causar problemas en la gestación.

El diagnóstico de los miomas normalmente se hace a través del examen ginecológico y del ultrasonido.

El mioma es una causa posible de dismenorrea secundaria.

Tratamiento del mioma

Las mujeres con miomas pequeños y asintomáticos no necesitan de tratamiento. En realidad, hasta un 40% de los miomas disminuyen espontáneamente en un periodo de tres años.

En las mujeres con síntomas, el tratamiento inicial se lleva a cabo generalmente con medicamentos, tratando de reducir los sangramientos y el tamaño de los miomas. Entre las opciones están los medicamentos análogos de GnRH, que inducen a una temprana menopausia, inhibiendo la producción de estrógenos por los ovarios, los anticonceptivos orales y el DIU con liberación de progesterona.

La cirugía de mioma se vuelve una opción cuando:

Los síntomas no responden al tratamiento con medicamentos.

Hay intención de quedar embarazada y los miomas pueden interrumpir la gestación.

Hay dudas de que los tumores sean realmente miomas o alguna lesión maligna.

La miomectomía es la cirugía en la cual se retira apenas el mioma, manteniendo el resto del útero intacto. Dependiendo del tipo de mioma, la miomectomía puede llevarse a cavo por laparoscopia, incisión abdominal o histeroscopia. En hasta ¼ de los casos, el mioma vuelve a crecer después de algún tiempo.

La embolización de la arteria uterina es otra opción, siendo realizada con la colocación de un catéter dentro de la arteria uterina, responsable por la vascularización del mioma, seguida de la inyección de agentes que llevan a la formación de trombos causando interrupción del flujo de sangre. La isquemia del mioma conduce a que se “marchite” y desaparezca en algunas semanas.

La histerectomía, que es la retirada completa del útero, es la opción de tratamiento en las mujeres mayores o en aquellas que ya no quieren tener hijos.




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